domingo, 5 de junio de 2016

Mi zombi

Sintiendo repulsión por ese olor,
y asquerosidad simplemente al verlo
yo me compadezco.

Sintiendo su fuerza hacia mí,
sus miembros desencajados,
su poder oscuro,
su sangre coagulada en su interior.

Él llora sangre que recorre su piel verdecina,
mientras se tambalean en mi procura,
siguiendo los instintos básicos de una enfermedad,
sometido a otra voluntad todavía más poderosa,
sometido ya para siempre.

Condenado a descomponerse mientras es consciente,
atado a la vida mientra la muerte tira de él,
ahogado por su olor pestilente.

Cuando su putrefacción siga aflorando llegara un punto que no tenga cuerpo.
Llegara el momento en el que rompa las cadenas de la vida muerta,
conseguirá irse de lo que nadie quiere marcharse.

Él sigue esperando a que su fuerza cerebral expire ,
huya,
no regrese

se marchen juntos al vacío.

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