La ciudad cambiante

Mente en blanco, intento pensar una ciudad imaginaria. Pienso en una ciudad... una ciudad que sea tranquila, que por algún error o acto mal cometido, nadie se sienta mal contigo. Una ciudad en la que todos sean felices por mal día que tengan. (Sigo pensando y las horas vuelan como las ideas en mi cabeza.) Una ciudad que cualquier cosa buena esté presente y que cualquier objetivo que te propongas puedas conseguirlo sin ningún problema, sin que nadie pueda cambiar el rumbo de cualquier historia, siendo libres de sí mismos como si tuviesen alas, libres de sí mismos y de nadie más. Una ciudad en la que cada uno que entre, dependiendo de la imaginación que tenga, cambie todo aquello que pueda imaginar en su cabeza...