Como
una brisa marina nacida de abrazos,
buscándolos
en sueños
y
reviviéndolos en el presente,
pasando
por tus parpados
mientras
paseo por tus manos de porcelana.
Yo
te pido que me acunes entre besos,
me
respetes con tus actos
y
me ayudes con tus únicas sonrisas.
Viviendo
cerca de tus labios
pero
despidiéndose cada noche
para
encontrarme con tus latidos,
con
cada tic tac.
Me
sigo durmiendo y no quiero,
porque
aun recuerdo tus lágrimas en mi pelo
y
tus te quiero mientras dormito,
y
respiro, para volver a estar vivo
dentro
de tu mundo de versos renacidos.
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