lunes, 29 de febrero de 2016

Las ciudades de Gerardo Diego

Vía https://de.wikipedia.org/wiki/Gerardo_Diego
Su vida en diferentes ciudades

Nació el 3 de octubre de 1896 en Santander y murió el 8 de julio de 1987 en Madrid. Estudió la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad de Deusto. Desde 1920 fue catedrático de Lengua y Literatura en institutos de Soria, Gijón, Santander y Madrid. 
En Santander dirigió dos de las más importantes revistas del 27, Lola y Carmen.  
Tomó partido por el bando sublevado y permaneció en España al finalizar la guerra.  
Se traslada al Instituto Beatriz Galindo de Madrid, en el que permanecería hasta su jubilación. Durante la guerra y la posguerra, son frecuentes en la obra de Diego los poemas políticos en defensa de los sublevados y de los voluntarios falangistas de la División Azul. Desde 1947 fue miembro de la Real Academia Española.

Sus premios
En 1925 obtuvo el Premio Nacional de Literatura.

En 1956 obtiene el Premio Nacional "José Antonio Primo de Rivera" por su obra "Paisaje con Figuras".
En 1979, se le concedió el Premio Cervantes.


Su obra poética

Fue uno de los máximos representantes durante la década de los años veinte. Supo combinar  la poesía tradicional y la vanguardista, como los poetas del 27.
Elaboró las dos versiones de la famosa Antología de poesía que dio a conocer a los autores de la Generación del 27. Su poesía tradicional recurre con frecuencia al romance, a la décima y al soneto. Los temas son muy variados: el paisaje, la música, los toros, el amor, etc. 
Es el autor de considerado por muchos el mejor soneto de la literatura española El ciprés de Silos. Su inclinación por el nuevo arte de vanguardia le lleva a iniciarse primero en el creacionismo.

Romance del Duero

Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu
eterna estrofa de agua.

Indiferente o cobarde
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.

Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.


Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.

Fragmento del poema Romance del Duero.

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