El Aberrojo (Mi versión del Cid)

Los soldados del Abejorro, reclaman a zumbidos que abran,
pero están dentro con miedo y no responden a la llamada.
Aleteó sus alas y a la piquera se aproximaba;
la pata delantera sacó de la maleta y la puerta golpeaba.
Nadie la pudo abrir, que está muy bien cerrada.
Una cría de abeja se acercó y así le zumbaba:
"Oh Abejorro, que en buena hora ceñiste el abdomen con mucha calma!
Abriros lo prohíbe la reina, anoche llegó su carta
con advertencia muy grave, con su trebol real sellada:
bajo ninguna razón podremos daros posada en nuestra morada;
nos quitarán, si lo hacemos, nuestra miel endulzada
e incluso nos sacarán las antenas de nuestras cabezas con fuertes estocadas.
Si nos causáis este daño, ¡Oh Abejorro!, no ganaréis nada.
Mejor que os ayude el Hombre Abeja con su gracia santa".
Y cuando dejó de zumbar, la cría se marchó a su posada.
Comprende el Abejorro que es el zángano quien ya no tiene gracia.
Y se alejó  de la piquera, por VillaBzzz veloz pasaba
y llegó a WeeBee, allí se arrodilló emocionada;

terminando su zumbido, el Abejorro de nuevo volaba.