Huele a bosque. Huele a tranquilidad. Así es mi pueblo, tranquilo. La gente te saluda sin problema ninguno. La alegría reina... así como la paz, y también la amabilidad. Hace un día soleado, con algunas que otras nubes, pero hace calor. Los orillas de las mansas aguas del río se empiezan a llenar de gente que busca contrarrestar el calor bañándose y refrescándose en el agua, así como pasar una tarde increíble con sus amigos y seres queridos.
El buen ambiente reina en este día de verano en el pueblo, pero tarde o temprano caerá la noche, aunque tardará en llegar, ya que en verano la noche es muy corta. Llegadas las diez y media de la noche, la noche asoma por uno de los dos montes que rodean este precioso pueblo, asentado en un valle.
Finalmente, la gente vuelve a sus hogares, hacen la cena en familia y disfrutan de los buenos días de esta estación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Las palabras y las opiniones nos ayudan a enriquecernos. Los viajeros de esta expedición queremos llegar a nuestro destino mucho más ricos.