Tengo
miedo de sentir que te pierdo,
no
encontrarte en mi mirada
porque
hayas desaparecido de mi mundo.
No
quiero recaer en la amargura
y
tener que abandonar la felicidad,
tu
felicidad.
Necesito
mas caricias,
me
ayudan a mantenerme lúcido
y
saber que rumbo tomar.
Lo
admito, dependo de ti para volar.
Pero
todos los ángeles cuidan de alguien,
en
este caso de un demonio.
Un
demonio que le esta convirtiendo poco a poco en lágrimas secas
de
tanto llorar por la idea de que todo pueda terminar.
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