Duele,
duele
tanto.
Siento
las espinas en mi cabeza
que
brotan de mi corazón.
Es
como si ni te conociese,
como
si fueses otra.
Siempre
me sorprende con dolor
y
yo te digo basta.
Nunca
paras,
nunca has parado.
Con
cada pelea noto que mi amor corrompe mi cabeza
y
hace que mi cráneo quiera explotar,
explotar
para silenciar mi odio interno de amor.
Sin
duda la mejor medicina es la tirita en la boca,
y
la mejor cura el fin del mal.
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