Persigues
princesas falsas y abandonas a caballeros negros,
tu
sabrás lo que haces.
Puesto
no es suplica, si no un llanto para un capullo.
No
más dolor de escudero que consiguió desarmarme,
porque
no entiendo tu origen.
Ya
harto de tus manías, repulsiones, asquerosidades y solo tu cara.
Lloro
por dentro,
de
la pérdida que al final seguro moriría,
puesto
que tu amista ya se cuenta por estupideces
y
ya no te recuerdo con hembra digna
Puesto
que tu deberías estar en mi lugar
y
esconder tu tus vergüenzas
porque
lo vuestro no es hermoso,
si
no odioso e indignante por el mundo.
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