Todo
el mundo tiene un alma negra,
todo
el mundo sufre de locura.
Por
suerte yo encontré mi cura,
encontré
a la gran pintora de almas.
Pequeña
y valiente como Zelda,
pura
y sin miedo como Eli,
y
tan dulce como la princesa Peach.
Todo
eso es una pintora,
la
que me tocó soportar,
la
que me tocó aguantar,
y
la única que ya me sabe parar.
Todos
vestimos nuestra alma oscura,
hasta
que hayamos a nuestra pintora,
nuestra
chispa de vida.
Solo
cuando te desnuda de negro
sabes
que te a tocado un ángel.
Ya
no te comen paredes,
ya
no te engulle el suelo
puedes
levantar la cabeza,
y
bailar
recalentar
el brillo de tus ojos.
Volver
a la naturaleza de tu calle
y
repasar los kilómetros de su piel.
Ahora
mírate,
mantén
la calma
y
abre tus alas.
Gracias...amada Pintora de Almas. Bendita es tu hermosura...!!!
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