jueves, 25 de febrero de 2016

Amor ahogado

Cerró los ojos
y sintió la lluvia caer.
Le cegaba los ojos,
casi tanto,
como el humo de la habitación.
Por eso sus lágrimas son el pasado,
ese pasado lleno de puños húmedos
y de besos gaseosos.
Lleno de diluída agua oxigenada,
de dolor que se quedaba en la puerta,
y sangre en la cuchilla de afeitar.
Todo por un pasado
un pasado que sueña,
 y se va con el humo.
No sé si tirarme al cielo,
confiar en mi madurez,
concluir la experiencia de los ojos rojos;
 y seguir adelante
sin que se note que no respiro.
Ya estoy bajo mis sentimientos
 y tiro de mi hilo de la vida,
de mi hilo de humo.
Y consumo el cigarrillo,
lo consumo con cada lágrima.
Cada vez acerco más la cuchilla,
cada vez asumo más
que quizá aún te quiero.
Echo de menos tus plantas,
esnifar tus polvos.
Lo admito, no eres tú.
Es la droga la que me excita.
Todos tus besos.
Todo restos
Todos tus abrazos.
Todos sin respeto.
Me dejaste sin aliento, aunque
a veces ya venía sin él.
Perdimos el respeto.
No me dejaste recuperarlo

Escrito por Sergio Rodríguez e Iván Lomba

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