lunes, 2 de marzo de 2015

El plan del comandante

Los soldados del comandante dicen a voces que abran,
pero están dentro con miedo, y no responden palabra.
Bajó el comandante del todoterreno  y a la puerta se acercaba.
Nadie la pudo abrir, que estaba muy bien cerrada.
Una persona mayor se acercó y así hablaba:
¡Oh soldado, que en buena hora ceñiste el arma!
Abriros lo prohíbe el presidente, anoche llegó su carta 
con advertencias muy graves, afirmaba: 
bajo ninguna razón podremos darle esperanza,
nos quitarán, si lo hacemos, nuestros bienes y casas,
incluso nos llevarán nuestros hijos, nuestros bienes y ganancias.
Si nos causáis ese daño, no ganaréis nada.
Mejor que volváis a vuestra morada.
Y cuando acabó de hablar, la persona tornó a su casa.
Y de la puerta se alejó y del pueblo pasaba;
y llegó a la base a pensar una nueva amenaza.

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