Entre tus labios
había espejos infinitos de universos
de amor y odio.
En ocasiones, también de vicio.
Creí que serías mía de por vida,
hasta en eso me mentiste.
Fui indigente de tus besos de soportal.
Fui esa mano entrelazada
de quien sabe cuántos sábados noche.
Lo fui todo por ti.
Y tú, fuiste solo un espejo de polos opuestos.
Borracho de lo que creía era
tu amor,
te entregué el alma ante el sol,
quemándola de por vida.
Ahora alzo bandera blanca
en esta guerra que quien sabe
cuándo empezó.
Lloré lluvia de invierno,
tú me rociaste con tu risa
de primavera.
Cerraré la puerta de mi tumba,
únicamente para no dejarte entrar.
había espejos infinitos de universos
de amor y odio.
En ocasiones, también de vicio.
Creí que serías mía de por vida,
hasta en eso me mentiste.
Fui indigente de tus besos de soportal.
Fui esa mano entrelazada
de quien sabe cuántos sábados noche.
Lo fui todo por ti.
Y tú, fuiste solo un espejo de polos opuestos.
Borracho de lo que creía era
tu amor,
te entregué el alma ante el sol,
quemándola de por vida.
Ahora alzo bandera blanca
en esta guerra que quien sabe
cuándo empezó.
Lloré lluvia de invierno,
tú me rociaste con tu risa
de primavera.
Cerraré la puerta de mi tumba,
únicamente para no dejarte entrar.
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