Clases eternas

Pfff. Está clase no se acaba más. El reloj va muy lento. Debería antender. Pero... pfff es insoportable. No me gustan los números y nunca me gustarán. Pero tengo que aprobar. Bueno voy a atender. No puedo. Se me hace insoportable. Lo bien que estaría ahora con mis amigas. Hablando. Riendo. No, no, no. Céntrate Noa tienes que atender. Tienes que aprobar. Bueno va. Voy a hacer este ejercicio. Es imposible de hacer. No hay quien lo resuelva. ¡Cómo odio esta asignatura! Solo pasaron diez minutos. Se me hicieron enternos. Y aún quedan cuarenta. Van a ser interminables. No soy capaz de atender. Me duermo. ¡Pero tengo que antender! ¡Tengo que aprobar! Bueno, aún quedan dos semanas para el examen. Tengo tiempo para estudiar. Podía tocar el timbre del recreo ya. ¡Quiero que que acabe esta clase ya! Bueno, voy a intentar atender un poco. ¡Por fin entiendo algo! Y ya me salen algunos ejercicios. ¡Por fin! ¡Solo quedan cinco minutos! ¡Ya no queda nada!