Como
las rosas que frenan tu caída
y
te dejan en el charco de barro,
te
acompañan cuerpos desnudes
cubiertos
de frío acero
todo
el viento lo separa,
lo
cambia por dunas de sangre
por
la misma mirada,
una
insidia oculta por lágrimas
de
la sal nace tu olor
tus
antiguos gritos desgarrados,
el
arrojo nacía la valentía
y
la valentía moría por la causa
ellos
lo llaman excitación
pero
solo es el humo del arrojo
las
carreras de tus fuerzas
y
la estupidez de ti misma patria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Las palabras y las opiniones nos ayudan a enriquecernos. Los viajeros de esta expedición queremos llegar a nuestro destino mucho más ricos.