Nuestros rumbos se separan. Ha llegado el momento de hacer un merecido parón en nuestra ruta. Durante estos meses hemos compartido historias, lecturas, proyectos, trabajos, conversaciones... Ha habido momentos buenos y divertidos en los que hemos disfrutado juntos; también hubo ocasiones que han sido más difíciles de sobrellevar. Pero lo importante es el recorrido que hemos hecho y lo que hemos aprendido por el camino. Ha sido un placer aprender a vuestro lado.
Ahora, antes de marchar, me gustaría desearos lo mejor para estos dos meses estivales. Gozad y disfrutad cada día de la luz de la mañana, de las puestas de sol de las noches, del sonido del mar, de los paseos por la playa, de la brisa marina, de las sonrisas y de los abrazos de los amigos, del cariño y del amor de los que te acompañan... Aprovechad cada instante y descubrid, como Selma, que la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas de cada día.
Sed felices, consejo de "hermana mayor".
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Las palabras y las opiniones nos ayudan a enriquecernos. Los viajeros de esta expedición queremos llegar a nuestro destino mucho más ricos.