La rendición de Breda de Velázquez |
Dos ejércitos, Breda a la derecha, el batallón de Flandes a la izquierda, todo ocurre en una especie de playa con una iluminación sombría, rojiza por la sangre de los bredos. Se pueden ver a dos personajes Justino de parte de Breda, y al marqués de Spinola de parte Flandres.
Spinola: (Con una sonrisa de victoria en el rostro) Bredos, la mayoría de los vuestros han caído, rendiros y viviréis.
Justino: Nunca nos rendiremos marqués (con furia en la voz y lágrimas en los ojos). Vengaremos a nuestros hermanos cueste lo que cueste (todo el ejercito a coro) ¡No nos rendiremos!
Spinola: Vosotros lo habéis querido (se alza un silencio sepulcral en el escenario y después un breve murmullo) atacad. Pero dejadme a Justino a mí.
De repente salen soldados de ambos bandos y empiezan a combatir y, en el centro, acercándose parsimoniosamente el uno al otro, paso a paso, únicamente escuchando el fragor de la batalla, están de frente el uno al otro se miran con rabia y empiezan a luchar. Se ven soldados bredos caer y otros de Flandres morir, pero, al final, solo queda un bredo, Justino, en eso el marqués habla.
Spinola: Justino, ríndete, estás solo; tus compañeros han sucumbido ante mi ejercito.
Justino: (Con el rostro impasible) Acaso tienes miedo de morir a mis manos, marqués.
Spinola: ¿Yo?, miedo (enajenado grita) ¡Muere!
En ese momento le da una estocada que le da de lleno a Justino y este muere. El telón se cierra con una canción fúnebre y el acto termina.
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