Hoy, la clase de lengua castellana
fue entretenida. Asun nos explicó como era antes el teatro, nos
puso un vídeo, y al final de la clase, por desgracia o por fortuna, nos mandó
leer un libro de teatro.
Al llegar a casa busqué alguno, pero ninguno me gustó.
No sabía cual leer. Estaba cansado y decidí acercarme a la biblioteca Municipal
de O Rosal para ver si algo me llamaba la atención. Me senté. Un señor mayor, que
leía un periódico antiguo, me vio tan perdido, que me preguntó si podía echarme una mano. Le dije, que tenía
que leer una obra de teatro, pero que no me convencía ninguna y todas me parecían
muy difíciles de entender. El señor, se presentó como “Frondoso” y me recomendó
la obra de “Lope de Vega”, titulada “Fuente Ovejuna” y me dijo que debía leerla
porque en ella, nos cuenta como las malas acciones siempre tienen su castigo. Yo,
como no tenía nada mejor para leer, le hice caso.
Al principio, no me enteraba de
nada, hasta que comprendí que había un
comendador llamado Fernán Gómez, que era una mala persona, abusaba de su poder
en el pueblo, era autoritario y egoísta, todo lo que le apetecía lo
cogía, hasta el punto de abusar de las mujeres. Un día lo intenta con Laurencia,
pero su amado Frondoso, aparece para impedirlo. La venganza del Comendador no
se hizo esperar y el día de la boda de Frondoso y Laurencia, aparece y a él se
lo lleva a la cárcel y a ella se la lleva a palacio.
El pueblo, cansado de tanta
injusticia, decide acabar con los caprichos del Comendador y para ello se toman
la justicia por su mano por lo que acaban matándolo. Ahora el problema era ¿Quién
había matado al comendador? Muy simple. Fue “Fuente Ovejuna”. Los Reyes Católicos,
mandan un juez para averiguar lo sucedido, pero la unidad del pueblo, es la
base del triunfo. Aquí, pueblo y realeza, se unieron contra la tiranía de los
señores feudales. La respuesta siempre fue: Fue “Fuente Ovejuna”, señor. El
pueblo, no quería poder, si no justicia.
Lo que me llamó la atención fue que
el señor de la biblioteca me dijo que se llamaba Frondoso como uno de los
personajes de “Fuente Ovejuna”. No sé porqué me dijo que se llamaba así, tal
vez para que sintiera un poco de curiosidad o tal vez para que pusiera la obra
en el momento actual: el pueblo no busca poder, pero sí justicia.
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