Sintiendo
lástima del mundo,
porque
vivo en mi mundo,
donde
la gente no se va
y
los que vienen si se quedan,
porque
las llamas todo lo rompen.
Ilusión, sueños, caricias, el amor.
La
recuerdo, la observo.
Sentada
en la calle
sacándose
el dolor de su fachada,
sé
lo que piensa, sé que me mira pensando,
sé
que siente mi humillación en su pecho.
Yo
nunca quise ser exhibido,
solo
amado.
La
sigo alagando, a sobrevivido.
Con
tanto dolor en su fachada
es
increíble que no se desmorone del todo,
puesto
que yo, su pilar desaparezco,
ruego
por ella que nunca sea exhibida.
No
se lo merece,
nunca
debe ocurrir,
ella
debe vivir.
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