Sintiendo
la pobreza en mi estómago
y
la felicidad en mi cara,
balando
de alegría,
viviendo
día a día.
Sin
preocupaciones necias,
sin
vanas estupideces,
mi
mundo es profano cierto
pero
sin duda sencillo
humilde,
feliz.
Sin
destrucción ni muerte,
solo
hambre con alegría.
No
conozco la gula,
solo
desesperación por alimentarme
y
no enraizarme en mi siguiente vida mucho mas fúnebre.
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