lunes, 30 de mayo de 2016

Mi ciudad


En mi ciudad se escucha música todo el día, vayas donde vayas, no hay un rincón de la ciudad en la que reine el silencio. Las farolas están hechas de caramelo, igual que el arcén y la carretera, por la que no circula ningún vehículo y así la gente puede pasear tranquilamente sin correr ningún peligro.

Lo más especial de esta ciudad es que por la noche se ilumina de distintos colores dependiendo la hora que sea, dejando unas preciosas vistas que se pueden observar desde cualquier casa, y que dejan maravillados a todos sus habitantes.

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