jueves, 28 de abril de 2016

Te quiero

Se mueve, lo veo, quieto, dormido. Beso su mejilla, suave, sonrojada. Se despierta. Me mira, sonríe, me acaricia el pelo. Hacía tan solo unos minutos que me imaginaba que lo hacía y por eso en ese momento sonreí, él también. Me tumbo en la cama y noto sus ojos que me observan fijamente. Nos observamos sin parar, como si no existiera otra cosa en el mundo más que obervarnos el uno al otro. Ignoro el tiempo que pasa en el reloj, solo le hago caso a él. Cada vez está más cerca, su dedo índice me acaricia la barriga provocándome cosquillas, unas cosquillas que olvido cuando se acerca y sin decir nada me besa, un beso apasionado, cariñoso. Me sonrojo, me río, no quiero que ese momento se acabe nunca. Me acaricia la mejilla, me mira con sus preciosos ojos castaños y muy bajito, casi en un susurro, lo dice: "te quiero".

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